¿Qué es el Adviento?
La palabra Adviento viene de la conjugación del verbo “venir” en latín (ad-venio) y significa propiamente “lo que está por venir” o mejor “llegada”. El adviento es un tiempo en que la Iglesia en su liturgia se prepara para la celebración del misterio de la encarnación del Señor; Dios viene y El Catecismo de la Iglesia Católica (522-524), nos presenta que la venida del Hijo de Dios a la tierra es un acontecimiento importante, que amerita que nos preparemos para recibirlo.
En el calendario litúrgico de la Iglesia católica, el primer día del año no es el 1 de enero, sino el primer domingo de Adviento. El Adviento es el primer tiempo litúrgico del año que comienza cuatro domingos antes de Navidad y termina en Nochebuena.
El morado y el rosa son los dos colores litúrgicos designados para representar el tiempo de Adviento. Aparecen en las vestiduras de los sacerdotes, en los velos del tabernáculo, en la parte frontal del altar y en la corona de Adviento. El morado se usa como símbolo de penitencia y preparación, pero el tercer domingo de Adviento, conocido como «Domingo Gaudete», se usa el rosa, que representa la alegría por la venida de Jesús.
El día en que Cristo se hizo hombre para redimir al mundo fue preparado por Dios durante siglos. La Iglesia participa y actualiza esta larga preparación en este tiempo específico de preparativos a la Navidad.
La Navidad -el día en el que Cristo nació para la redención del mundo- es el día en el que cambió el curso de la historia de la salvación. Santo Tomás de Aquino, Doctor de la Iglesia, lo explica de esta manera: «Es evidente que el Hijo de Dios tomó nuestra condición y vino a nosotros no por un motivo insignificante sino por nuestro bien. Él se vinculó a nosotros, por decirlo de esta manera, tomando un cuerpo y un alma humana y naciendo de una Virgen, para poder darnos su Divinidad.
De esta manera, Él se hizo Hombre para que el hombre se haga Dios» (Santo Tomás de Aquino, Las tres grandes oraciones, comentarios sobre la oración del Señor, el Ave María y el Credo de los Apóstoles).