Sábado Mariano
El primer dato histórico que tenemos de esta consagración del día sábado mariano, es a partir del Papa Beato Urbano II.
Quien habiendo huido a Francia por causa de la persecución del emperador Enrique III, celebró el Concilio de Claramonte y ordenó diversas cosas para la gobernación del clero, mandando que se rezase cada día el Oficio de Nuestra Señora, especialmente los días sábados. Fue el primer Pontífice que concedió Cruzada contra infieles. Lo dice San Antonio de Florencia en su Segunda Parte Historial.
Martirio de la Virgen
Normalmente, el día en que un mártir muere, es el día en que se coloca su festividad para recordar su vida. Pues bien, se considera al Sábado Santo como el día del martirio de la Virgen María, cuando su Hijo había muerto y ella lo sufrió en silencio, meditándolo en su corazón.
Puente del dolor al gozo
El sábado es el día intermedio entre el domingo como día de gozo y el viernes como día penoso; así es la Virgen mediadora, entre Dios y los hombres.
Estrella de la mañana
Cristo es llamado el Sol de Justicia (Cfr. Mal 4,1; Lc 1,78) y Lucero de la mañana (Ap 22, 16) por eso, a María poéticamente se le ha llamado «La estrella de la mañana». Esto porque María anuncia a Cristo con su Encarnación, lo mismo que la estrella de la mañana anuncia la llegada del Sol. Dado que el domingo es el día consagrado al Señor (dies domini), el sábado se convierte en el día que prepara la llegada del domingo, así como María prepara la llegada de Jesús.